…la semana pasada tuve la oportunidad de tener una pequeña y preciosa sesión de fotos en el centro de Madrid…

La semana pasada pude colarme en el interior de la sede de Condé Nast (Vogue, Vanity Fair, Glamour…), para tener una sesión fotográfica, personal con la Dirección de Vanity Fair, el mismo día que le revista salía a los Kioscos…

Como imaginareis, fue emocionante entrar en las oficinas de la revista Vanity Fair, en el edificio de Condé Nast, en la Castellana… un palacete al principio de la avenida… sientes la historia de las publicaciones que nacen allí… la busqueda de lo exquisito y lo refinado, de lo Clásico y lo sofisticado…

Compromiso por hacer un mundo diferente…

Para un fotografo, estas publicaciones representan el techo de una carrera…. hoy todavia, los más grandes fotografos del mundo, desde Paolo Reversi, pasando por Mondino, Teller..hasta Mario Testino …trabajan para la editorial, con reportajes de moda de una belleza increible y emocionante…

En su despacho me esperaban Lourdes Garzón, directora de la publicación y Virginia Galvín, subdirectora… decidimos hacer las fotos allí mismo… reflejaría mejor el día a día. Amables, cercanas y divertidas, muy muy lejos de la imagen que de las directoras de este tipo de publicaciones se vende en peliculas y libros… En todo momento estuvimos relajados… y el trabajo fue extremadamente facil gracias a su actitud (Y eso es de agradecer…)

No deja de sorprenderme (no debería ser asi), que gente que está en lo más alto, son muchas veces, las más amables y cercanas… fue este el caso.

(Que si, que si… que salí encantado…)

Lourdes Garzón, Drectora de Vanity Fair

Virginia Galvín, Subdirectora de Vanity Fair

* Ateción, detalle que habla de mi profesionalidad: Olvidé en algún lugar entre la Castellana y Callao mi moleskine (Snob…!) con las anotaciones sobre la ropa que llevaban… así que nos queddamos con la duda… ok, ok, no me lanceis tomates…

Un extracto de la carta de presentación de Lourdes Garzón en el primer número de la revista Vanity Fair, una declaración de intenciones, una apuesta ideológica:

Vanity Fair no es una revista de moda, entonces, ¿por qué aparecen en sus páginas diseñadores, modelos, tendencias? No es una revista literaria, por mucho que leamos en ella a los mejores escritores de las últimas decadas. No es una revista banal, pero respira ligereza, diversión y algo indefinible como el «glamour» que además pretende ser inteligente. está muy lejos del «gossip», pero sus entrevistas derrochan amor, sexo, traición, esperanza. Dedica mucha energía, muchos recursos, mucho esfuerzo a dos objetivos: conseguir las mejores imágenes, las mejores historias. ejerce un particular sentido dela provocación. Periodismo clásico, sin más pretensiones, sin más concesiones…

…excelente… a la vuelta en el AVE, terminé de devorar lo que esa misma mañana no había terminado… con una sensación de complicidad con la gente que conocí ese día …y el deseo que todos les vaya muy muy bien en esta nueva etapa…