1.00 de la mañana. Acabo de llegar de la escuela de moda CEADE. Hoy era el desfile de Fin De Carrera (Fin de Curso)
Desfile que los alumnos fueron preparando en el último año de estudios. Exposición de lo que has aprendido. La prueba final.
No os puedo poner un buen resumen. No son horas, ni sería lo que se merece.

Sólo: Que hay esperanza en un buen futuro. Que el sur existe. Que hay un muy buen trabajo.
Coherencia, estilo y reflexión.
Creo que a la reflexión sobre moda le corresponde la misma que la de cualquier arte contemporaneo. No menos. Y hoy asistí a un buen muestrario de buena contemporaneidad.
Es esperanzador, que en una parte destacable de la colecciones que se presentaron se ha querido ser radicalmente moderno. Y eso como principio y actitud, es mucho. Subordinación de la sastreria a la concepción, abstracción para ser universal (No somos sólo de aquí, somos de donde quieras tu que yo sea) Superación de las jerarquias y convenciones, Orden no reductible.
A fin de cuentas, una moda que responde a preguntas y a necesidades (tambien mundanas y estéticas, desde luego)
Que las respuestas a estas preguntas, son de un orden profundo y esencial, así como todo lo frivolas y vitales que tú quieres que sean. Moda pensada y moda divertida, en resumen. Con contenido. Moda profunda, reflexiva y además, menos mal, frivola. Porque además de para dar arte, estamos para dar ilusión.

Felicidades a Natalia de MaraMayan (Que coherencia, que bagaje, ahí hay futuro…), a Patti y sus chicas, a Cristina de Cristinaguez, a Curro, a Aller costume, a Cristina, a Virginia Freire…

Hoy duermo más contento.